viernes, 15 de enero de 2016

Los mejores entrenadores de la historia del Betis

Ayer publiqué un artículo sobre la posibilidad de que Juande Ramos fichara por el Betis, señalando que los entrenadores más exitosos de nuestra historia no eran béticos de corazón. Nombré a nuestros entrenadores más grandes y otros que consiguieron diversos éxitos con el Betis y entre ellos no incluí a Pepe Mel, simple y llanamente porque considero que el madrileño se encuentra varios escalones por debajo de los O'Connell, Iriondo, Serra Ferrer, etc.

Acto seguido -muy torpe yo por no haberlo previsto-, me llegaron varios tweets recriminándome que Mel no estuviera entre ellos y alegando que debe estar obligatoriamente en todas las listas de mejores entrenadores de la historia del Betis.

Como 140 caracteres dan para muy poco, voy a exponer aquí cuáles y por qué son para mí los mejores entrenadores de la historia del club verdiblanco.


El TOP 3 de mejores entrenadores de nuestra historia, como no podía ser de otra forma, está formado por:


1. Patrick O'Connell:
  • Una vez 5º en Primera División (1933 siendo un recién ascendido), aunque la Liga por entonces solo contaba con 10 equipos.
  • Una vez 4º en Primera División (1934), aunque la Liga por entonces solo contaba con 10 equipos.
  • Una vez semifinalista de Copa (1934).
  • Una vez CAMPEÓN de Liga (1935).
  • Un ascenso a Primera División (1942).

2. Lorenzo Serra Ferrer:
  • Un ascenso a Primera División (1994).
  • Una vez 3º en Primera División (1995 siendo un recién ascendido).
  • Dos veces 4º en Primera División (1997 y 2005), clasificando al Betis en el segundo caso para disputar la Champions League por primera vez en su historia.
  • Una vez subcampeón de Copa (1997).
  • Una vez CAMPEÓN de Copa (2005).
  • Una vez subcampeón de la Supercopa de España (2005).

3. Rafael Iriondo:
  • Una vez CAMPEÓN de Copa (1977).
  • Una vez 5º en Primera División (1977).
  • Participación en un 6º puesto en Primera División (1982, fue sustituido a falta de 5 jornadas).


Posteriormente, vendría un segundo grupo en el que incluiría a los siguientes entrenadores:


4. Emilio Sampere:
  • Una vez subcampeón de Copa (1931, a pesar de estar en Segunda División).
  • Primer ascenso del Betis a Primera División (1932).

5. Luis Cid Carriega:
  • Una vez 5º en Primera División (1980 siendo un recién ascendido).
  • Una vez 6º en Primera División (1981).
  • Una vez semifinalista de Copa (1985).

6. Domingo Balmanya:
  • Una vez 3º en Primera División (1964 en su única temporada), clasificando al Betis por primera vez en su historia para disputar competición europea.

7. Antonio Barrios:
  • Tres ascensos a Primera División (1958, 1967 y 1971).
  • Una vez 6º en Primera División (1959 siendo un recién ascendido).


Y, por último, un tercer escalón en el que sí podría estar incluido Pepe Mel. Ordenados cronológicamente, serían:


Ferenc Szusza:
  • Un ascenso a Primera División (1974).
  • Una vez 7º en Primera División (1976).
  • Una vez semifinalista de Copa (1976).

Pepe Alzate:
  • Una vez 5º en Primera División (1984).

Luis del Sol:
  • Una vez subcampeón de la Copa de la Liga (1986).
  • Un ascenso a Primera División (2001).

Juande Ramos:
  • Una vez 6º en Primera División (2002 en su única temporada y siendo un recién ascendido).

Pepe Mel:
  • Dos ascensos a Primera División (2011 y 2015).
  • Una vez 7º en Primera División (2013).

Esta clasificación está basada en los éxitos conseguidos por cada entrenador en el Real Betis, sin contar aspectos en contra como participar en descensos o acumular rachas negativas, que perjudicarían claramente a Pepe Mel, por no entrar en conceptos tácticos o estratégicos, de donde también saldría mal parado el técnico madrileño.

En cuanto a las estadísticas en Primera División, la clasificación de los entrenadores con más de 50 partidos en la máxima categoría sería la siguiente:





También podríamos revisar el currículum en otros equipos de los entrenadores citados. Así, O'Connell entrenó al Racing en la primera edición de la Liga, al Barcelona o al Sevilla; Serra Ferrer al Mallorca y al Barcelona; Iriondo al Athletic, Real Sociedad, Español, Zaragoza, etc.; Cid Carriega al Sporting, Zaragoza, Atlético de Madrid, Sevilla, Celta...; Balmanya al Barcelona, Zaragoza, Atlético de Madrid, Valencia, etc.; Antonio Barrios al Athletic, Atlético de Madrid, Sevilla, Real Sociedad, entre otros muchos; Szusza al Atlético de Madrid; y Juande Ramos al Sevilla, Real Madrid, Tottenham, etc.; mientras que Pepe Mel se fue al West Brom y consiguió ganar hasta tres partidos (no uno ni dos, sino tres) con personas que hablaban un idioma extranjero, lo que indudablemente tiene más mérito que todo lo anterior junto.

A Pepe Mel se le agradecen los dos ascensos y el 7º puesto en Primera División, pero de ahí a colocarlo entre los más grandes de nuestra bendita historia, a la que hay que respetar, hay un largo trecho. No ha sido el primero ni el segundo que ha metido al Betis en Europa viniendo de Segunda (otros, incluso, lo hicieron al primer año, mientras que Pepe necesitó dos). Tampoco ha ganado ningún título (ni se ha acercado) y, por mucho que se hable de plantillas, épocas o situaciones, todo ello no hará a Mel estar entre los más grandes de 108 años de historia.

jueves, 14 de enero de 2016

Para el banquillo: aptitud, obligatoria; beticismo, secundario

Desde que tengo uso de razón, he escuchado repetidas veces que al Betis lo tiene que entrenar alguien que conozca la casa, más concretamente, un bético de corazón. Este pensamiento vuelve a surgir con la posibilidad de que Juande Ramos recale en el club heliopolitano próximamente, posibilidad que no gusta a un sector del beticismo por el glorioso pasado sevillista del técnico ciudadrealeño. Una mentalidad sentimentalista que en mi humilde opinión, y la historia así lo demuestra, no está relacionada con el éxito o fracaso de un equipo. El Betis necesita un entrenador cualificado, no un entrenador que se sienta bético (si encontramos uno que reúna ambas cosas, bienvenido sea).

Juande Ramos se fue del Betis llorando en 2002, tras clasificar para la UEFA a un equipo recién ascendido más las incorporaciones de Gaspercic, Calado, Ikpeba, Crosa, Gudjonsson, João Tomás, Mingo y Tais. Unos años más tarde, consiguió todo lo que consiguió con el eterno rival, pero ni lo primero le convierte en bético ni lo segundo en sevillista. Porque Juande Ramos no es ni del Betis ni del Sevilla, Juande Ramos es un gran entrenador. Punto.

Si repasamos la historia de nuestro bendito club, los mayores éxitos conseguidos por el Real Betis Balompié fueron gracias a entrenadores que no eran béticos de nacimiento. Con el catalán Emilio Sampere, el Betis fue subcampeón de Copa siendo equipo de Segunda División y posteriormente consiguió el primer ascenso de la historia del Betis. Un Betis que consiguió su primera y única Liga gracias a un entrenador nacido en Irlanda. Sir Patrick O'Connell no era bético, y posteriormente dirigió al Sevilla, pero llevó al Betis al mayor éxito de su historia. Décadas más tarde, el Betis se clasificó por primera vez para Europa gracias al también catalán Domingo Balmanya. Tampoco nació bético Rafael Iriondo, entrenador vasco que llevó al Betis a ganar su primera Copa del Rey en el año 1977 y que, por cosas del destino, se la ganó al equipo de su corazón, el Athletic Club. Poco hay que decir del currículum del mallorquín Lorenzo Serra Ferrer en el Betis, que llegó a su punto álgido en 2005 con la consecución de la Copa del Rey y la clasificación para la Liga de Campeones. Otros buenos entrenadores de la historia bética son Antonio Barrios (vasco de nacimiento y dirigió a Betis y Sevilla en alternas ocasiones), Ferenc Szusza (húngaro) o Luis Cid Carriega (gallego, y que llegó al Betis tras entrenar al eterno rival).

Ninguno de ellos era bético de nacimiento, ni siquiera eran andaluces, y sin embargo fueron culpables de los éxitos del Betis en diferentes etapas de su centenaria historia. Otros, como Luis del Sol, sí eran béticos de cuna y lo hicieron bien dirigiendo al Betis. Pero la historia deja claro que no es una cualidad obligatoria para conseguir el éxito, porque para entrenar el sentimiento es secundario, lo primordial es la cualificación. Más aún cuando el Betis no está para ponerse tiquismiquis en la contratación del nuevo entrenador, sino todo lo contrario. Si hay alguna posibilidad de traer a Juande Ramos, a por él.