lunes, 23 de noviembre de 2015

Récords negativos de dos en dos

El Real Betis volvió a perder en casa, por 0-1 ante el Atlético de Madrid en esta ocasión, lo que le ocasionó igualar dos registros negativos como local en la historia del club de las trece barras. Y es que el conjunto verdiblanco lleva una preocupante línea en el Benito Villamarín, siendo el peor equipo de la Liga en casa con solo 4 puntos de 18 posibles en los 6 encuentros disputados en Heliópolis.

De esta forma, el Betis ha firmado el peor arranque liguero como local de toda su historia, siendo éste el primero de los récords negativos establecidos ayer. Con 1 victoria, 1 empate y 4 derrotas, el equipo dirigido por Pepe Mel ha igualado el funesto inicio como local de la temporada 1988/89 con Eusebio Ríos en el banquillo.

La otra marca adversa radica en las 4 derrotas seguidas que acumula el Betis en Heliópolis. Se trata de la peor racha de partidos perdidos seguidos como local en toda la historia liguera del Betis, igualando el récord firmado por el Betis de Gaby Calderón en la aciaga temporada 2013/14.

Por otra parte, el Betis volvió a recibir un nuevo gol en los primeros minutos del encuentro, lo que volvió a trastocar el planteamiento inicial, con tres centrocampistas defensivos con nula capacidad para la creación de juego ofensivo. Es el 10º gol que el Betis encaja en los 10 primeros minutos de la primera o segunda mitad, como podemos ver en la siguiente gráfica:




















Para colmo, entre otras excusas, el entrenador comentó ayer en La SER que los pitidos de la afición en el minuto 8 de partido no son algo bueno para el Betis. Quizás lo que no es bueno para el Betis es el no trabajar como se debe, el dar tres días de descanso habitualmente, el no hablar específicamente del rival hasta unos días antes del encuentro, el no jugar a nada, el empezar perdiendo todos los partidos o el batir récords negativos en casa. No, Pepe, el problema no es que una afición cansada de ver a su equipo perder comience a pitar tras el enésimo gol en los primeros minutos. El malestar de la afición no es la causa del problema, es la consecuencia.

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